Las situaciones más comunes en las que necesitas una grúa
Tener que solicitar una grúa es una situación que ningún conductor desea enfrentar, pero la realidad es que, en muchos momentos, es inevitable. Ya sea debido a problemas mecánicos, accidentes o circunstancias imprevistas, el uso de grúas es esencial para garantizar la seguridad de los conductores y sus vehículos. Conocer las situaciones más comunes en las que se requiere el servicio de una grúa puede ayudarte a estar preparado y saber cómo actuar cuando lo necesites.
Te daremos una lista de motivos por los cuales un conductor podría necesitar un servicio de grúas al rescate, es importante que ante estas situaciones consideres que es mejor evitar mover tu vehículo sin una grúa, pues desde daños mecánicos, riesgos de accidentes y altos costos pueden ser parte de los problemas que puedes agregar a tu recorrido.
1. Accidentes de tráfico
Una de las razones más comunes para llamar a una grúa es un accidente de tráfico. Dependiendo de la gravedad del choque, el vehículo puede quedar tan dañado que no sea seguro o posible conducirlo. Esto incluye desde problemas con el sistema de dirección o la suspensión, hasta daños graves en la carrocería o en los sistemas de frenos. En estos casos, las autoridades, los servicios de emergencia o el propio conductor solicitarán una grúa para retirar el vehículo de la carretera y llevarlo a un taller o depósito.
Además, los accidentes pueden ocurrir en zonas peligrosas o de mucho tráfico, donde dejar el vehículo en la vía representa un riesgo tanto para el conductor como para otros usuarios. En estas circunstancias, una grúa es necesaria para despejar la vía lo más rápido posible y evitar más accidentes.
2. Fallos mecánicos graves
Otra de las razones más comunes para necesitar una grúa es una avería mecánica grave que impide que el vehículo continúe funcionando. Los problemas más comunes incluyen:
- Fallo del motor: Si el motor deja de funcionar, el coche no podrá moverse. Esto puede suceder por varias razones, como sobrecalentamiento, problemas en el sistema de inyección de combustible, pérdida de compresión o una correa de distribución rota.
- Problemas con la transmisión: Cuando la transmisión falla, el coche no puede cambiar de marcha, lo que impide que el vehículo avance o retroceda.
- Avería en los frenos: Si los frenos dejan de funcionar correctamente, conducir el vehículo es extremadamente peligroso. En este caso, la única opción segura es solicitar una grúa.
- Sobrecalentamiento del motor: Un motor sobrecalentado puede dejar al vehículo inoperativo. El daño en el radiador o la falta de líquido refrigerante pueden ser causas que requieren asistencia urgente.
- Problemas eléctricos: Los fallos eléctricos, como una batería descargada o problemas con el alternador, pueden dejarte varado sin posibilidad de arrancar el coche. En estos casos, un servicio de grúa puede ser necesario si no es posible solucionar el problema en el lugar.
3. Pinchazo o reventón de neumáticos
Aunque un pinchazo suele ser un problema fácil de solucionar con una llanta de repuesto, no siempre es posible hacerlo en la carretera. En algunas situaciones, el neumático puede estar tan dañado (por ejemplo, un reventón en plena autopista) que no es seguro conducir el coche hasta un taller. Además, algunos conductores no llevan una llanta de repuesto o no cuentan con el equipo necesario para cambiarla. En estos casos, la opción más segura es pedir una grúa que traslade el vehículo hasta un lugar donde se pueda reparar o reemplazar el neumático.
4. Batería descargada
Un problema común, especialmente en climas fríos o cuando el coche ha estado estacionado durante mucho tiempo, es una batería descargada. Si el vehículo no arranca, y no tienes acceso inmediato a alguien que pueda proporcionarte una carga de batería, lo más seguro es llamar a una grúa. Algunas grúas están equipadas para recargar la batería en el lugar, pero si no es posible, pueden remolcar el vehículo a un taller.
5. Vehículo atascado o fuera de la carretera
En ocasiones, los vehículos pueden quedar atascados en situaciones complicadas, como en barro, nieve o zanjas. Los vehículos todoterreno, aunque están diseñados para enfrentar terrenos difíciles, también pueden verse atrapados en condiciones extremas. Por otro lado, los coches que se deslizan fuera de la carretera debido a hielo o falta de control en una curva también necesitarán el servicio de una grúa para volver a la vía o para ser transportados a un lugar seguro.
6. Combustible agotado
Si bien quedarse sin combustible es una situación completamente evitable, ocurre con más frecuencia de lo que se piensa. Cuando esto sucede, si no tienes acceso a una estación de servicio cercana o un servicio de entrega de combustible, una grúa puede remolcar tu vehículo hasta el punto de carga más cercano.
7. Bloqueo de las llaves dentro del coche
Otro inconveniente común es cuando las llaves se quedan dentro del vehículo y no se puede acceder a ellas. Aunque algunos servicios de asistencia en carretera pueden ayudarte a abrir el coche, si no tienes acceso a este tipo de servicio, una grúa puede remolcar el coche hasta un taller o cerrajero especializado.